¿Qué es? 

El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal caracterizado por dolor abdominal crónico y alteraciones del ritmo intestinal, en forma de estreñimiento o diarrea, en ausencia de cualquier causa orgánica. 

¿Por qué ocurre? 

La fisiopatología del SII sigue siendo incierta. Se ve como un trastorno resultante de una interacción entre una serie de factores. 

Aunque tradicionalmente se centró el estudio en las alteraciones en la motilidad gastrointestinal y en la hipersensibilidad visceral; actualmente, se está considerando el papel de la inflamación, las alteraciones en la flora fecal, el sobrecrecimiento bacteriano, la sensibilidad alimentaria, la predisposición genética y los factores psicosociales.  

¿Qué síntomas puedo tener? 

El síndrome del intestino irritable (SII) se caracteriza por dolor abdominal crónico y alteraciones del ritmo intestinal. También son frecuentes la hinchazón y distensión abdominal. 

Criterios diagnósticos: en ausencia de un marcador biológico de la enfermedad, los criterios de Roma IV son los más utilizados para estandarizar el diagnóstico. 

¿Cuál es el procedimiento a seguir? 

Los pacientes que presentan estos síntomas precisan de una valoración médica que incluya una historia clínica completa y una exploración física. 

Tras esta primera evaluación el médico valorará las pruebas complementarias necesarias para descartar otras entidades (analítica, estudio de heces,…).  

Tratamiento 

La mayoría de los tratamientos disponibles para el SII tratan de mejorar los síntomas predominantes o intentan actuar sobre algún mecanismo implicado en la etiopatogenia. 

Es importante remarcar que se trata de una patología crónica de cara a establecer expectativas realistas, con límites consistentes e involucrar al paciente en las decisiones de tratamiento. 

La permeabilidad intestinal se puede mejorar aumentando la expresión de proteínas de las uniones intercelulares usando la glutamina. 

Medidas generales: 

1. Modificaciones dietéticas: Los pacientes con SII puede beneficiarse de una dieta baja en FODMAPs (dieta baja en oligo-, di- y monosacáridos y polioles fermentables), sobre todo aquellos con síntomas de hinchazón abdominal y dolor.  

La dieta baja en FODMAP consiste en eliminar inicialmente los FODMAP de la dieta durante seis a ocho semanas y luego, después de la resolución de los síntomas, la reintroducción gradual de alimentos ricos en carbohidratos fermentables para determinar la tolerancia individual a carbohidratos fermentables específicos.   

En algunos casos se pueden beneficiar de evitar la lactosa 

2. Actividad física: se debe recomendar actividad física en pacientes con SII dado un beneficio potencial con respecto a los síntomas del SII y los beneficios generales para la salud. 

3. Control del estrés y asegurar descanso nocturno 

Medidas específicas: 

En función del síntoma predominante del paciente se tratará más específicamente, el estreñimiento con fibra y laxantes osmóticos, la diarrea con antidiarreicos y el dolor abdominal con antiespasmódicos.